Los
ruinosos tranvías de Jaén, Parla y Vélez Málaga
En “Egpaña”, las
cosas “son asín”, burbuja tras
burbuja, escándalo tras escándalo, pelotazo tras pelotazo, aunque en el
caso del Mundial de Brasil 2014, a la primera pues a casa, por no saber dar siquiera
“una a derechas o a izquierdas”, pues
también son de derechas. Que no hace falta más que ver a su nuevo
líder, Pedro Sanchez, residente en Pozuelo, localidad de siempre “socialista y
obrera”, por los cojones me refiero. Si, dar una sencilla patada
a un balón que rueda en un prado muy verde y cuidado, pero sin vacas, solo
ocupado por unos tuercebotas llamados jugadores, que visten unos calzones
largos y no hacen más que escupir como posesos, como quinquis tuberculosos.
Así que aprovechando el artículo publicado (1) en el diario “El País” por José Antonio Hernández el pasado mes de Abril, analizaré “On my way”, es decir, “a mi bola” y manera, lo sucedido con algo tan práctico como los tranvías, transporte público por excelencia en muchas capitales europeas, desde hace décadas y décadas, pero que trasladado a “Spain” se hace como no “diferent”. Así el Tribunal de Cuentas, si, ese que tiene más de 100 “recomendaos” de una plantilla de 700, que están tomando café toda la “jorná laborá”, indaga la licitud de más de 600 millones de euros no se sabe si invertidos o por el contrario directamente dilapidados o malversados de forma chusca y ladina, por los de siempre, esos autodenominados “clase política”, una muy rastrera y de muy bajos fondos.
Este “órgano fiscalizador”, que no diré cual se tocan con denuedo, ha puesto sus ojos, aunque me da que andan ciegos pues toman ”cosas rarunas”, en las obras y gastos de tranvías como los construidos en Zaragoza, Parla, Jaén o Vélez-Málaga, todos ellos erigidos, levantados por cierto, por Ayuntamientos socia@listas/os. La fiscalización de estos tranvías, que han supuesto más de 600 millones de euros del dinero de todos, ha sido a petición de las Cortes Generales, donde el PP tiene amplia mayoría. El tribunal tendrá terminados a fines de este año o del que viene y seguro que si no en el siglo XXII, informes sobre cada uno de ellos. La situación de los tranvías de Jaén y Vélez-Málaga es calamitosa, es decir, “pá llorá y llorá”, pues costaron a los ciudadanos/as un total de 160 millones de euros y ni siquiera funcionan. Y sus Ayuntamientos, ahora en manos del PP, aducen que carecen de dinero para mantenerlos, aunque “pá otras cosasss, haylo”.
Durante años, las principales calles de ciudades como Valencia, Sevilla, Parla, Zaragoza, Jaén o Vélez-Málaga, estuvieron en obras para sus tranvías y en ocasiones solo fue para sembrarlas de carriles fantasmas, de vías a ninguna parte, caso de las dos últimas mencionadas, ambas ciudades andaluzas. Los trenes de Vélez-Málaga han sido alquilados a la lejanísima ciudad de Sidney, en Australia, por cuatro perras gordas y los de Jaén son presa de la herrumbre en un depósito construido para su mantenimiento una vez en servicio. Si el Tribunal de Cuentas descubre irregularidades, que las habrá seguro, “alomojó” remite sus informes a la fiscalía, para que se depuren responsabilidades penales; de enchironar a los culpables, “orvidarse”.
Pero según andan por allí “la cosa eléctrica, la de los enchufes a familiares y amigos”, también puede entender que, aunque son ruinosos, su creación obedece a “erráticas decisiones políticas” ajenas al ámbito penal. Que chusco que un órgano así, investigue la golfería monetaria de “arcardes y con@cejales” que todos/as las tienen muy pobladas. El tranvía de Jaén, 117.000 habitantes oficialmente, es un claro exponente del despilfarro nacional y la gol@feria, por lo del “jurbol del principio”. Lleva tres años paralizado, tras invertirse en él 120 millones de euros. Su Ayuntamiento, ahora gobernado por el PP, entregó las llaves a la Junta, como quien lleva las llaves del piso embargado al banco; que “gentes tan bonicas y preparás”.
Dicen de “no podé de pagá su mantenimiento”, valorado en seis millones anuales, por poner una cifra, pues nadie la razonó después. El cacharro, funcionó en pruebas unos días y no ha vuelto a rodar nunca más. Su infraestructura, su trazado, sus vías, pusieron “manga por pernera” la trama urbana de la capital jiennense. Fue el anzuelo para pescar primos y sus votos, del anterior gobierno municipal y populista del PsoE, pues lo de “socialistas y obreros nada de ná, nunca jamás”. La llegada a la alcaldía del PP paró en seco un proyecto en el que nunca dijo creer el actual regidor, José Enrique Fernández de Moya del PP, quien declaro, “Nunca me montaré en el tranvía”; con un par. Que le faltó decir: “¡¡¡ Qué yo tengo coche oficial so mataos, tontacos/as !!!”
Después de intentar, sin éxito pues no saben, que su explotación fuera llevada por alguna empresa “privá”, el alcalde entregó el pasado mes de julio las llaves del tranvía en la Presidencia de la Junta de Andalucía, a quien considera competente para la gestión de este transporte. Fernández de Moya, sin hacer chistes ¿vale? sostuvo que “el Ayuntamiento nunca llegó a recepcionar el tranvía”. Pero una sentencia judicial le quitó la razón. Ahora, los convoys permanecen oxidándose en las cocheras y los apenas cinco kilómetros de su trazado se amustian. Aunque ruinoso, el tranvía jiennense ha servido para una sola cosa, para que muchos conductores aparquen sus coches sobre las vías abandonadas, algo inédito en Europa como siempre de hablar de “Egpaña”. La Junta busca ahora alternativas, que no las encontrará por falta de sapiencia, pues incluso parado, cuesta al año 2 millones de euros a los ciudadanos.
En Parla, la fiscalía ve indicios de posibles “infracciones penales” en las cuentas de su tranvía, pues de números no saben, pues los responsables, no estudiaron nada de nada. En este municipio que tiene oficialmente 125.000 habitantes, aunque los sin papeles foráneos/as pueden contabilizarse por miles, el fiscal ve una clara “desviación” de “pasta o guita” al margen de la ley en el pago, ya que entre el coste inicial previsto, 103 millones de euros, y el real, más de 142,5 millones de euros, hay una “jartá” de diferencia monetaria. Son ni más ni menos que 40.000.000 millones de euros. La idea de construir un tranvía se adoptó en 2004, cuando era alcalde Tomás Gómez, actual y “exitoso” secretario general del “PsoE de Madrís”.
El PP presentó entonces una querella contra “Thomas Go” por la supuesta desviación de dinero público, pero fue archivada. Tras hacer el tranvía, Parla se topó con que no tenía suficiente “money, money” para pagar las obras, y menos el incremento de las mismas, de 103 millones iniciales a unos 120. El informe provisional de este tribunal sobre las cuentas de Parla, destaca que el 54% de la financiación especial de 17,8 millones de euros que pidió el Ayuntamiento para hacer frente a sus deudas fue destinado “a pagar a dos acreedores: 8,3 millones para la sociedad Tranvía de Parla y 1,4 millones a una compañía de distribución eléctrica”.
Fuentes municipales de Parla señalan que la idea del tranvía “surgió como una necesidad” en la que coincidieron Comunidad de Madrid y Ayuntamiento. Y que se concibió como un servicio “ineludible para conectar la ampliación de la ciudad, denominada Parla Este, 12.000 viviendas, el 80% pública, con el resto de la ciudad y especialmente con la estación de cercanías de Renfe”. Sin esa infraestructura, Parla Este “sufriría un colapso en el transporte público”. Señalan que acoge un millón más de viajes al año de los previstos inicialmente, aunque falta decir que “muy pocos/as pagan dado el enorme fraude existente”, que “to dios se cuela vamos”.
Las mismas fuentes ven una discriminación hacia esta población del sur de Madrid, por parte del Gobierno regional: la financiación por viajero en Parla es menor que la de los tranvías “superpijísimos” de las localidades de Boadilla del Monte y de Pozuelo de Alarcón. Y añaden además que los actos de presentación de estos tranvías “fueron organizados por empresas de la trama Gürtel”. El tranvía de Parla, sostienen, “cubre en este momento sobradamente sus costes de explotación“. Así que resulta indignante el trato de favor hacia los municipios regidos por el PP o “Partido pa Pocos/as”.
El tranvía de Vélez-Málaga, 70.000 habitantes, primero de sus características puesto en marcha en Andalucía, y que conectaba el casco urbano de la localidad con el muy poblado núcleo costero de Torre del Mar, a través de un corto trazado de 4,7 kilómetros, no está en funcionamiento. Fue inaugurado el 11 de octubre de 2006 y se mantuvo operativo durante cinco años y ocho meses. Pero quedó paralizado de forma indefinida sorprendentemente por decisión municipal el 4 de junio de 2012, sin acciones para buscar un mayor número de viajeros o una mejor y más competente explotación, a la espera de alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía para buscar una fórmula de financiación compartida, que fue que no.
A finales de abril de este año, y con el objetivo de reducir los gastos que el Consistorio debe seguir asumiendo con el tranvía paralizado, se autorizó a Travelsa, empresa concesionaria del servicio municipal de transporte de viajeros, alquilar las tres unidades fabricadas por CAF y por un periodo de dos años a la ciudad australiana de Sidney. Por este alquiler se cobran unos míseros 200.000 euros al año. El delegado de Fomento y Vivienda de la Junta, Manuel García, ha pedido al Ayuntamiento “mover ficha, demostrar compromiso con lo hecho y presentar propuestas”, para volver a poner en marcha el tranvía, paralizado desde junio de 2012 al no poder asumir el Consistorio su déficit y sus costes.
Zaragoza cuenta desde el 19 de marzo de 2011 con una línea de tranvía, inaugurada en dos fases, que también van a ser fiscalizadas este año por el Tribunal de Cuentas. La línea une el sur de la ciudad con el norte atravesando el centro, barrios de nueva creación y cruzando el Ebro. El proyecto ha costado 350 millones de euros, que ya se piden “prestaos al BCE”. Recorre 12,8 kilómetros. Pues aún siendo nuevo, las averías en el servicio se acumulan. El sistema de explotación y construcción de la línea, que un año después de su inauguración alcanzó los 10 millones de viajeros, lo que, según el Ayuntamiento, la hace rentable, es una sociedad de capital público y privado. Hablamos de Sem Tranvías de Zaragoza, en la que el Ayuntamiento tiene el 20% de participación, y Traza, con el 80% restante. Traza fue la que ganó el concurso para construir y explotar el tranvía durante los próximos 35 años.
Es una sociedad en la que están integradas las firmas CAF, Tuzsa, la empresa que explota los autobuses de la ciudad, FCC, Acciona, Ibercaja y Concessia; en una palabra “vaya tropa” como diría Trillo-Figueroa. Los problemas de este servicio público, del que ya se planea una segunda línea, vienen de la oposición del PP a su construcción. Un sector de la ciudadanía, los “hooligans del PP”, critican las averías e incidencias que sufre la línea. Tras la llegada de los populares al Gobierno regional hubo tensiones. El Ejecutivo retrasó su parte de abono a las obras de construcción, 130 millones de euros entre él y el Ayuntamiento. En estos momentos el proyecto del segundo trazado, está en estudio. Se anunció su construcción para 2013, pero por ahora “ná de ná”.
P.D. Decir que los tranvías de Bilbao, Vitoria, Valencia
o Barcelona, funcionan de manera más que aceptable, con gran éxito de viajeros
y puntualidad, así como aceptables números en cuanto a su explotación.
Ver también:
“Un AVE desocupado, sin viajeros”
http://sammas2250.blogspot.com.es/2014/04/un-ave-desocupado-sin-pasajeros-sin.html
¿Ancho
Renfe o UIC?
¿AVE
a Portugal?
Media
Distancia, Medias Verdades
¿AVE
para todos?
"Grandes
automotores, los TAR"
"Revilla
444"
"El
tren del gasoil, DUAL 730"
http://sammas2250.blogspot.com.es/2012/12/el-viaje-en-el-dual-paso-describir-modo.html
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